Es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres primeros años de vida.

Los menores presentan alteraciones que afectan a varios ámbitos del desarrollo: interacción social, comunicación y comportamiento e intereses estereotipados o restringidos.

Requieren de tratamiento específico y especializado que considera a un equipo multidisciplinario.

Se realizan programas de trabajo personales considerando las habilidades de cada niño, utilizando para ello, técnicas basadas en comunicación aumentativa, lenguaje signado o la utilización del lenguaje oral funcional.